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Los techos verdes se emplean hace siglos en el
mundo, tanto en climas frÃos como cálidos, aunque han tenido mayor auge en los
primeros.
Esto se debe al aislamiento térmico que
impide que el calor se escape
de los ambientes interiores durante el invierno y a la vez reduce las
variaciones de temperatura del ciclo dÃa noche, lo cual no resulta necesario en
climas cálidos. No obstante, como las ventanas de su empleo trascienden el
aspecto térmico, este tema adquiere cada vez mayor importancia a escala mundial
para cualquier tipo de clima.
Hoy en dia las ciudades concentran los edificios
y el tránsito vehicular, que consumen cada vez más los recursos disponibles y
producen sustancias nocivas en abundancia, entre ellas se encuentran los gases
de efecto invernadero, como los clorofluorurocarbonos.
Las abundantes
superficies de hormigón y asfalto producen el sobrecalentamiento de la
atmosfera de las zonas urbanas y por otro lado, la suciedad y partÃculas de sustancias
nocivas que se depositan en el suelo suben en remolino por el calor generado y
se esparcen por toda la ciudad.
Los jardines y patios, como las fachadas y
techos verdes, contribuyen a mejorar el clima contaminado de las ciudades, al
purificar el aire, reducir los remolinos de polvo y las altas temperaturas.
Emplear cubiertas verdes contribuye a restituir el verde perdido en las
ciudades como consecuencia del emplazamiento de los edificios.
Fuente:
suplemento construcción, diario El Plata. Noviembre 2015.