Mundial 2018


Rusia 2018 fue el primer mundial ecológico de la  historia. 
Desde que se supo cual sería el anfitrión del torneo, el  comité Organizador Local y la FIFA establecieron una amplia estrategia sostenible para que el impacto ecológico, social y económico de la cita deportiva no trajera consecuencias ambientales negativas. Se emplearon tecnologías de avanzada en los 12 escenarios deportivos en los que se disputaron los encuentros. Todos debieron cumplir con las normativas internacionales verdes BREEAM (siglas en ingles de metodología de evaluación medioambiental para la construcción de edificios) y LEED (siglas en ingles de liderazgo en energía y diseño ambiental) que se otorgan solo a las estructuras calificadas como sustentables.  Los efectos de utilizar tecnologías respetuosas con el medio ambiente se notaran durante  las décadas venideras. 


No solo las ciudades sede de Rusia 2018 tendrán estadios certificados por los requisitos de la FIFA, sino que se elaboraran planes para otros grandes proyectos de construcción ecológica. Considerando la duración del evento y los cientos de miles de entusiastas que asistieron, Rusia intento mitigar el impacto ambiental, sobre todo con lo vinculado a la emisión de dióxido de carbono (el principal gas del efecto invernadero) Para eso se pusieron en marcha celdas solares, infraestructuras acondicionadas, tecnologías avanzadas y gestión de desechos. Cabe recordar que cada partido implico la movilización de un promedio mínimo de cincuenta mil personas. A eso hay que agregarle transporte, servicios alimentarios, provisión eléctrica y remoción de residuos ocasionados. Los estadios son los teatros de cada Mundial. 
Como ocurre cada 4 años, estos templos futbolísticos compiten entre si para dirimir cual es el más vanguardista de todos. Sistemas de calefacción y ventilación, amplísimas redes que permitirán el ahorro de agua y uso de luces LED en vez de incandescentes para la optimización de la electricidad son algunos de los preceptos que debieron cumplirse para edificarlos o restaurarlos. 
El Estadio Olímpico Luzhniki (antes conocido como Central Lenin), elegido para la ceremonia y partido inaugurales, quizás sea el que recoja más aplausos. Ubicado a 5 kilómetros al sudoeste del Kremlin y dentro de un complejo de 180 hectáreas, a su alrededor se plantaron más de 1000 árboles y arbustos y se destinaron casi 16000 metros cuadrados para jardines. Su capacidad es de aproximadamente 80000 asientos. 



Fuente: 
Revista Nueva. 
Junio 2018. 
Anibal Vattuone.