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Todas las plantas fabrican sustancias químicas.
Desde la antigüedad, el hombre utiliza plantas para curar sus enfermedades y, aunque todavía las plantas guardan muchos secretos por conocer, en la actualidad, el 80% de los medicamentos, provienen de las plantas.
Popularmente, se piensa que las plantas medicinales, se encuentran en selvas o pantanos peligrosos e impenetrables o al borde de precipicios, pero no es así, ya que pueden crecer hasta en nuestro jardín.
Las selvas tropicales albergan la mayor diversidad vegetal del planeta.
Las hojas y las raíces del burucuyá se utilizan para combatir los parásitos intestinales y poseen propiedades sedantes y calmantes
Las hojas de la lantana tienen sustancias antiespasmódicas, con sus flores y los brotes, se puede bajar la fiebre y aliviar el dolor de cabeza.
El espinillo, churqui, o aromo criollo es conocido por sus propiedades medicinales: las hojas secas y molidas sirven para cicatrizar llagas y quemaduras; unas gotas de té de corteza alivian la otitis y los hongos de los pies; las semillas tienen propiedades digestivas; el té de hojas es antirreumático. 
Además, la raíz es purgante y, la corteza de la raíz, sirve para curar heridas y úlceras.
Además, la raíz es purgante y, la corteza de la raíz, sirve para curar heridas y úlceras.
Fuente:
La farmacia en el jardín.
Revista a-z diez