#calor #verano #aireacondicionado #ventilacion #acaros #virus #bacterias
Cuando el calor aprieta, el aire
acondicionado se convierte en un aliado fundamental. Sin embargo, si se abusa
de él puede ocasionar serios perjuicios. No es que el aire acondicionado
produzca enfermedades de por si, las enfermedades las provocan los virus o
bacterias que circulan en el ambiente, pero mucho frío o los cambios bruscos de
temperatura pueden favorecer que estos afecten al organismo. Ese riesgo se
puede ver acrecentado por la falta de ventilación en lugares cerrados o por la
falta de limpieza de los filtros de los aparatos que acumulan partículas alergénicas
como polen, polvo domestico y ácaros. Si a esto se agrega gente fumando u otras
formas de contaminación química del ambiente como es el humo del cigarrillo, la
situación es aun peor.
Es importante apagar cada cierto tiempo el aire acondicionado o cambiar a las funciones de ventilación, para poder abrir las ventanas y que ingrese aire nuevo y húmedo.
Los equipos de aire acondicionado enfrían el aire, le quitan humedad y tienden a acumular polvo en los filtros, todo lo contrario a la función de las vías respiratorias, porque la nariz actúa calentando, humidificando y filtrando el aire que luego se conduce por las vías respiratorias llegando lo más puro y limpio posible a nuestros alvéolos.
En las personas sanas el aire frío tiende a ser irritante de las vías respiratorias, el organismo se defiende y aparecen estos síntomas de enfermedades como resfríos, faringitis o laringitis.
Fuente: Diario El Plata.
Febrero 2015. Ana Balanzat, neumonologa. Sebastian Wustten. Asociacion
Argentina de Medicina Respiratoria.
Es importante apagar cada cierto tiempo el aire acondicionado o cambiar a las funciones de ventilación, para poder abrir las ventanas y que ingrese aire nuevo y húmedo.
Los equipos de aire acondicionado enfrían el aire, le quitan humedad y tienden a acumular polvo en los filtros, todo lo contrario a la función de las vías respiratorias, porque la nariz actúa calentando, humidificando y filtrando el aire que luego se conduce por las vías respiratorias llegando lo más puro y limpio posible a nuestros alvéolos.
En las personas sanas el aire frío tiende a ser irritante de las vías respiratorias, el organismo se defiende y aparecen estos síntomas de enfermedades como resfríos, faringitis o laringitis.