El desayuno ideal es uno de los temas más
tratados en el ámbito de la dietética y nutrición. En general, se recomienda
consumir 1 lácteo, 1 cereal y 1 fruta porque los 3 grupos de alimentos
configuran una combinación interesante de nutrientes.
La manteca es un alimento
graso con una calidad de grasa poco recomendable para un consumo habitual. Es recomendable
elegir una de muy buena calidad o reemplazarla por queso crema.
Las mermeladas
deben ser naturales, sin aditivos y que contengan gran cantidad de frutas.
Tomar un jugo de fruta comercial no es sano, si no se aprovecha la pulpa, se
pierde fibra, que además de servir al buen ritmo intestinal, ayuda a ralentizar
el peso de los azucares. Se puede alternar el jugo de fruta con la fruta cocida, asada o en compota.
Una porción de
cereales azucarados, chocolateados, cubiertos de miel o de chocolate, tan común
en los desayunos infantiles, sirve mas como ración de azucares que como fuente
de carbohidratos complejos, por lo que esta costumbre está muy alejada de lo
recomendable. Lo mejor es hacer nuestro propio muesli con copos inflados al
natural de diferentes cereales con uvas pasas, orejones, semillas de girasol, sésamo,
avellanas machacadas y rebanadas de banana fresca.
Se pueden consumir hasta 3
cafes diarios, pero hay bebidas que resultan un sustituto perfecto dado que
brindan vitalidad y energía, sin los inconvenientes de la cafeína. Es el caso
de la achicoria que además es buen tónico y depurativo del hígado. También está
la malta de cereales y los tés aromatizados.
Fuente:
Suplemento En La Cocina,
diario El Plata.
Noviembre 2015
