La fachada de una vivienda es
junto con el tejado la parte que más sufre las inclemencias del tiempo como
lluvia, nieve, rayos ultravioletas, frio, granizo, y viento.
Por eso una
fachada mal cuidad puede provocar numerosos
problemas de humedad y frio este invierno. De allí que sea tan importante
reparar la fachada cuanto antes.
Antes de pintar, lo primero que se debe hacer
es siempre observar la superficie.
Seguro que después de años de agresiones
externas la fachada tiene grietas considerables que deben ser reparadas antes
de proteger la fachada. Si las grietas son pequeñas deberás limpiarlas
eliminando las arenillas y partes sueltas que se encuentren en las grieta y
luego rellenar con una masilla resistente para exteriores que pueda soportar
dilataciones sin romperse.
Fuente:
Suplemento Construcción, diario El Plata.
Junio 2017.