Todos conocemos los cuentos clásicos.
Nos los han contado de pequeños y los contamos nosotros cuando llega la ocasión.
Narramos las aventuras de unos personajes que siguen unos patrones claros y que
el niño capta rápidamente. Para el niño el cuento es una forma de entender el
mundo.
El rey y la reina simbolizan la autoridad, sin embargo ni siquiera
tienen nombre propio. Son dos personajes constantes en los cuentos pero que
quedan totalmente relegados a un segundo plano.
El cuento se configura
alrededor de los personajes principales, que son con los que el niño se
identifica. Los reyes solo aparecen para exigir, denegar o tomar decisiones. Es
un poco el papel de los padres en la vida real, que quedan siempre en segundo
plano, supeditados en muchas ocasiones a los niños.
Los gigantes se presentan
como personajes muy fuertes y a la vez muy tontos. Solo saben utilizar la fuerza
bruta sin tener ningún tipo de ingenio ni astucia. Un niño puede vencerlos con
inteligencia.
De este modo, el niño puede entender que no siempre tiene que
estar supeditado a las órdenes de sus padres, sino que el también tiene algo
que decir y que aportar en casa.
Fuente:
The Walt Disney company.
Diario Hoy.
13 de Marzo de 1996.