Cortinas. Ambientes hogareños

La casa siempre fue un objeto de deseos y de expresar todo aquello que representa a sus ocupantes. Y, en ella, las cortinas son una especie de vestido que engalana cada uno de los espacios. 
Las cortinas cumplen diversas funciones: filtrar la luz, crear intimidad, realzar una vista al exterior o en cualquier otra ocasión, disimular un defecto de construcción. Cuando se trata de elegir una cortina, las opciones pueden ser muchas. 
Dar con la cortina indicada requiere tener una idea clara de las distintas variantes posibles: funciones, modelos, materiales y medidas. 
También hay que saber que la elección de una cortina puede torcer por completo la decoración y el aspecto general de una habitación. 
El tipo de cortina esta dado por el sistema utilizado para colgarla y el diseño adecuado a ese sistema. La opción más conocida y práctica son los barrales.


 


La diversidad de materiales – madera, hierro, patinados  en distintos colores – obliga a pensar en elegir la mejor opción que se adapte al estilo general de la habitación.




Un barral de madera va muy bien con una decoración rustica, pero podría desentonar con un estilo moderno.


Conocer estos detalles es parte fundamental de la elección. Otro aspecto de los barrales son los elementos complementarios: argollas, soportes y terminales. También hay que contemplar las opciones para ocultar o disimular el barral, por ejemplo detrás de un taparrollos, aunque quedan muy bien visibles. Otro aspecto destacado son los cabezales, es decir, la terminación superior de la cortina. Estos pueden ser fruncidos, planos, con triple o doble pellizco, con o sin tabla, etc.  Desde allí pensar en las argollas o presillas que las mantendrán sujetas al riel. 










Fuente: 
Suplemento Construcción, diario El Plata. 
Mayo 2016.