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Desde que anunciaste que esperabas un bebe, tus amigas te advierten sobre las náuseas, los mareos y los cambios en tu cuerpo. Pero, sin dudas, lo que más sentís son ganas de dormir todo el tiempo posible.
Durante el primer trimestre sentirás un gran estado de somnolencia. Esto se debe al aumento de la progesterona, hormona que triplica sus niveles durante el embarazo y tiene un efecto sedante sobre tu cerebro. El segundo trimestre es el momento más favorable porque el feto disminuye la presión sobre la vejiga al moverse sobre ella y cesa la necesidad de ir al baño frecuentemente. En el tercer trimestre, el tema se pondrá un poco más complicado. La panza habrá crecido mucho y costará encontrar la posición adecuada para descansa. Para que descanses mejor, lo ideal es que duermas sobre uno de tus lados, con una pierna flexionada y la otra extendida o con ambas rodillas flexionadas. De esta forma, las grandes venas son liberadas del peso excesivo del útero, evitando la sensación de mareo.
Es importante que descanses lo suficiente para que tengas energías para llevar una vida activa hacia el final de tu embarazo, porque después del nacimiento, tu bebe demandará mucho tiempo y es esencial que te encuentres en las mejores condiciones para atenderlo.
Fuente: Revista Para Ti Mamá. Dr. Jorge Luis Lorenzo