Títeres. Creadores de ilusiones

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La historia de los títeres es antiquísima, pero el paso del tiempo no les ha hecho perder su magia. Por el contrario, más vivos que nunca, siguen cautivando y regalando sonrisas a los chicos y a los que, aunque ya grandecitos, todavía nos permitimos soñar. El origen del títere es tan antiguo como el hombre de las cavernas. Todo comienza cuando nuestros primitivos ancestros, situados delante de una fogata,


descubren sus sombras proyectadas en las paredes de una cueva y luego intentan reproducir esas figuras creando muñecos que pudieran manipular, o sea, títeres. Los hacen con pieles de animales y maderas y al seguir utilizando el reflejo del fuego para actuar, dan inicio al teatro de sombras.  Luego los títeres adquieren un matiz religioso y con ellos se empieza a representar a los dioses y a todo lo relacionado con las creencias de los pueblos. Los primeros títeres son de Oriente; las sombras de Indonesia y los que se manejaban desde arriba con pedazos de cuero como si fueran marionetas, de la India.

Los españoles trajeron los títeres a América en la época de la Conquista, pero luego se descubrió que sí había sitios donde se hacían títeres por unas pinturas que se encontraron en México en las que se ve un indio titiritero manejando un muñeco (un títere de guante). La verdadera novedad que habrían introducido los conquistadores sería los títeres de varillas, los que más se usaban en España por aquel momento.


En la historia de nuestro país hubo muchos titiriteros de todo el mundo que vinieron a enriquecer con su arte las producciones locales. Pero ninguno lo hizo como el poeta Federico García Lorca, considerado el padre del teatro de títeres argentino. Sus obras sirvieron de inspiración a quienes luego serían nuestros titiriteros más prestigiosos: Javier Villafañe, Mané Bernardo, Ariel Bufano, Moneo Sanz y Sarah Bianchi, quien compartió con ellos muchos escenarios Villafañe en especial, desde su condición de poeta imprimió a sus obras una sensibilidad muy particular, que lo convirtió en uno de los principales referentes de los artistas locales.


Fue él quien inició el vínculo tan estrecho entre el títere y la escuela y que años después derivó en la utilización del títere como recurso pedagógico.


Fuente: Revista El ABC de los chicos. Suplemento La Valijita para Padres y Maestros. 2005