Como guardar los distintos tipos
de comidas, organizar los estantes y conseguir la temperatura ideal para
conservar bien los productos.
Muchas veces ocurre que el electrodoméstico no está
calibrado a la temperatura ideal, que para las heladeras es 4*C o 5*C y a -18*C
para el freezer. Otro error muy común es llenarla demasiado o guardar comida caliente
y no hacer uso del cajón especial para frutas y verduras, compartimento que
mantiene la temperatura ideal para esos alimentos y hasta regulando la humedad
interior.
En el centro de la heladera,
donde la temperatura está entre los 4 y 5 grados, irán los lácteos, los huevos
y los embutidos, así como aquellos productos, adecuadamente cubiertos o
envasados, que exigen se conserven en frío una vez abiertos.
Carnes y pescados
deben ponerse en el último estante, la parte más fría.
En esta línea, hay que
usar la zona superior (la menos fría), a los alimentos ya cocinados, que se podrán
introducir una vez enfriados y nunca junto a los crudos.
Los huevos se deben
guardar en la heladera y nunca hay que lavarlos, porque podrían perder la capa
protectora externa y contaminarse por dentro.
A su vez, el pollo crudo contiene
microorganismos bajo la piel que pueden provocar infecciones causadas por el
campylobacter, una de las bacterias que origina gastroenteritis. Por eso si se
usa sin lavar el mismo cuchillo o tabla para cortar diferentes alimentos, puede
haber contaminación.
Embolsar los alimentos lleva apenas unos minutos que nos
ahorran dolores de cabeza y plata.
Apenas llegamos de la verdulería o del super,
hay que sacar los productos de las bolsas y bandejas de plástico. Es que si las
dejamos adentro se puede acumular humedad, que termina afectando la conservación.
Si bien hay quienes aseguran que hay que lavar frutas y verduras antes de
guardarla en la heladera, lo mejor es no hacerlo ya que la humedad podría favorecer
el aumento de patógenos.
Fuente:
Suplemento En la Cocina, diario El Plata.
Septiembre 2017.