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La imagen corporal es la figura de nuestro cuerpo que formamos en nuestra mente, es decir, la forma en la cual nuestro cuerpo se nos representa. Existe entonces una gran diferencia entre el “cuerpo” y la “imagen corporal”.
La imagen corporal es un concepto muy utilizado en psicología y psiquiatría y crucial para comprender aspectos como la autoestima, ciertos trastornos de la alimentación y la integración social de las personas, en especial los adolescentes.
Si la imagen corporal está distorsionada se genera una severa alteración que, históricamente, se denominó dismorfofobia y que actualmente se llama Trastorno Dismórfico Corporal. Se caracteriza por: la preocupación por algún defecto físico. Esa intranquilidad provoca un malestar significativo con un deterioro social, laboral o afectivo. Las preocupaciones más comunes se vinculan con la nariz, el cabello, las orejas, la piel, los labios, las cicatrices, la asimetría facial, el vello excesivo u otras cuestiones corporales.
Quien lo padece se ve a sí mismo como deforme y llega a aislarse al creer que los demás se pueden fijar y reír de él/ella.
Se ha demostrado que la existencia de cambios en el cerebro puede inducir la percepción tan distorsionada que estos pacientes tienen de su imagen corporal.
Fuente: Revista Viva. Marzo 2015. Dr. Abdala. Dr. En medicina y psiquiatría