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La autoestima es una confianza que no se puede fingir. Esta confianza se empieza a derrumbar cuando empezamos a recibir comentarios negativos de seres significativos. Estos comentarios, por lo general, provienen de los padres, luego de los maestros y finalmente de los pares. Los tres espejos en los cuales nos miramos en la infancia y en la juventud.
Nunca es tarde para recuperar nuestra confianza personal.
Dedicamos poco tiempo a valorar lo que hemos hecho bien, a celebrar los logros y a disfrutar de nuestros éxitos. La autoestima se construye recordando todo lo que hacemos bien.
Cuando hacemos actividades que nos implican esfuerzo mental nuestras neuronas se regeneran, esto se llama “neuroplasticidad del cerebro”.
Cuidá las palabras que pensás y decís, en especial las que te decís a vos mismo, sobre todo cuando las cosas salen mal.
No podemos elegir todo lo que nos pasa pero siempre podemos elegir qué pensar y qué sentir. Las emociones son una parte fundamental de la vida y son la clave para la toma de decisiones y la resolución de problemas, son aquello que refuerza o destruye nuestra salud.
Las emociones rigen todos los sistemas en nuestro organismo y reprimirlas perjudica nuestra salud.
¿Cómo hacer para no reprimir las emociones? Aprendiendo, en primer lugar, a preguntarnos con frecuencia ¿Qué estoy sintiendo? Ponerle nombre a la emoción y luego preguntarme ¿Qué me dice esta emoción? ¿A qué me está invitando?
Fuente: Revista Pscilogía + positiva. Verónica de Andrés. Opinión