El botiquin es un
elemento indispensable en todo hogar, en especial donde hay algún chico.
Debe
estar provisto de los materiales de curación y los medicamentos necesarios para
atender de urgencia al nene, siempre como primera medida mientras se espera que
lo revise un medico y evitando la automedicación.
El botiquín debe ser colocado
en un lugar fresco y seco, ya que la humedad puede alterar los remedios, y que
se encuentre lejos del alcance de los niños para que no se lastimen con objetos
punzantes o ingieran sustancias.
Lo ideal es que reuna solo una limitada
cantidad de fármacos y elementos, todos ellos bien organizados y actualizados y
que luego de utilizar cualquiera de los instrumentos se los lave y desinfecte
adecuadamente para volver a guardarlos en el mismo sitio.
Cada medicamento debe
poseer rotulo, su fecha de vencimiento y
su correspondiente prospecto para conocer reacciones adversas y
contraindicaciones.
Un botiquín bien equipado debe contener:
Termómetro.
Algodón.
Alcohol de 90*.
Agua oxigenada.
Gasas esterilizadas.
Vendas.
Cinta
adhesiva.
Apositos protectores.
Una tira de goma para torniquetes.
Tintura de
yodo.
Una tijera pequeña.
Una pinza de depilar.
Jeringas descartables.
Analgesicos aptos para niños pequeños.
Gotas para el dolor de oídos.
Colirio
antiséptico.
Solucion fisiológica para nebulización.
Anti diarreicos.
Antiespasmodicos.
Repelente de insectos.
Protector solar.
Fuente:
El ABC de los
chicos suplemento de la Valijita para padres y maestros.
Mayo 2004.
Paula
Radoviztki.