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El ritmo de la vida moderna, los nuevos parámetros de la economía y las actividades profesionales que exigen cada vez más tiempo y dedicación han generado cambios en la demanda gastronómica.
El concepto de disfrutar de la buena mesa, dentro o fuera de casa, ya no es el de antes. Ahora las prioridades tienen que ver con la rapidez y la practicidad, sin que esto signifique renunciar al placer de los sabores.
Dentro del catering social encontramos los desayunos artesanales: al ofrecer el servicio, evaluar en cada caso en particular, si resulta apropiado presentarlo con vajilla o con descartables, en canasta o bandeja y tener en cuenta no solo el número de participantes, sino también su condición (directivos de una empresa, empleados, grupo de amigos, parejas, etc.). Se deben incluir variedades saladas y dulces, con variedad de texturas y sabores.
El desayuno debe tener: té, café, chocolate, leche, azúcar, edulcorantes, agua mineral, jugos, panes, medialunas, manteca, mermeladas. Y como complemento: licuados, yogur, cereales, gelatinas, fiambres, quesos y frutas.
La presentación debe utilizar: manteles o individuales acordes con la vajilla, servilletas al tono o de colores contrastantes, centro de mesa, fuente con frutas y canastas con panecillos.
Texto de Los libros de utilísima. Chela Amato Negri. Haga de su cocina una empresa.