Si ante los objetivos deseados pero no alcanzados se hace de eso una cuestion exclusivamente personal donde la autoestima y la valoracion de si mismo quedan devaluadas, lo cual ayuda no solamente a no seguir buscando lo que se queria sino a que se instale un segundo problema que es un decaimiento animico y la caida de la propia cotizacion personal, tambalea asi la seguridad psicologica que se sumara como un freno mas a posibles actitudes para encarar otras cosas en el futuro.
Si esto ocurriera,
la depresion esta cerca o se puede caer en un pozo depresivo.
Una manera de
evitarlo es poder comprender que fracasar en algo es como perder solo una
batalla en la guerra de la vida.
Conviene que la aceptacion no se transforme en
una suerte de resignacion depresiva que lleve a darse por vencido, abandonar la
lucha y sentir que uno no tiene condiciones personales para buscar otras
alternativas.
Fuente: Revista La Nacion. Norberto Abdala Agosto 2014.