La medicina nos lleva a
introducirnos dentro del sufrimiento ajeno y nos contacta diariamente con el
dolor de nuestro projimo.
La homeopatia nos da el instrumento medico mas
perfecto y las bases doctrinarias para utilizarlo correctamente, pero la
capacidad de ver, es solo nuestra y esta condicionada por el grado de
espiritualidad que poseamos, pues solamente nuestra condicion espiritual es
capaz de hacernos ver a nuestro paciente como deberia ser, para desde este
estado ideal descender hasta encontrarlo en el lugar donde esta y descubrir
porque no es, hallando la causa biologica que entorpece su potencial condicion de
hombre libre, que es lo que tenemos que curar.
El arte en el ejercicio de la homeopatia
consiste en caracterizar al individuo que tenemos por delante descubriendo la
causa que impide la libre trascendencia de la persona espiritual que deberia ser
y del aluvión sintomatico que nos presenta, comprender la desarmonia vital de
su voluntad, afectividad e inteligencia, entendiendo lo digno de curar en el.
Pero para esto es necesario desarrollar en nosotros un conocimiento empatico e
intangible, libre de especulaciones esteriles que con poderoso poder sinoptico
crece desde lo mas profundo de nosotros mismos. Ese conocimiento casi
intransferible que nos da nuestra propia esencialidad, que al no estar
gobernado por la mente simplemente llamamos intuicion y que sin embargo, tiene
sus raices en la capacidad espiritual que poseamos.
Fuente: Revista Mundo
Homeopata. Diciembre 2013. Dr Sahba Abodiyat.