La llaman la especia de las
naciones porque existe desde la prehistoria y se encuentra en todo el mundo. La
mostaza blanca y la negra se distinguen por el color de sus semillas.
La negra
tiene una semilla negra-rojiza y la blanca es naranja-amarillento. Hay otra
mostaza conocida como silvestre.
La mostaza de Dijon se hace con semillas
marrones o negras humedecidas con vino, champagne o vinagre y sazonadas con
hierbas y especias.
A la tradicional se le suele incorporar curcuma, que le da
cuerpo y mas color.
El polvo de mostaza es de larga duracion y es una solucion rapida
para crear la propia. Se puede hacer humedeciendo mostaza en polvo con vinagre
de manzana y azucar y siempre mezclando hasta obtener el sabor y la densidad
buscada. En un primer contacto con el paladar, pareciera ser fuerte y algo
temible de repetir. Al minuto se esparce dejando una agradable sensacion entre
avinagrada y dulzona.
Otra preparacion casera de tiempos de las abuelas era
mezclar las semillas reducidas a polvo o directamente el polvo con kirsch y una
cucharada de dulce de cerezas.
Cuando los inmigrantes austriacos y alemanes
expandieron sus salchichas con chucrut, sumaron las mostazas como un conjunto
inseparable. El fast-food las aggiorno en una comida que los chicos eligen sin
dudar: los panchos son una solucion nutritiva y de costo accesible.
Fuente:
Revista La Nacion. Miriam Becker. Julio
2014.