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Al analizar las causas de las lesiones que
sufren los niños en todo el mundo, la Organización Mundial de la Salud, destaca
que la mayor parte de ellas son previsibles, advirtiendo en consecuencia sobre
la necesidad de desarrollar estrategias que permitan minimizar los riesgos de
accidentes.
En los primeros años de vida, un porcentaje elevado de lesiones
suelen producirse en el hogar y parte de esas lesiones se vinculan con el uso
del mobiliario infantil.
Entre las recomendaciones a la hora de comprar una
cuna están:
Los barrotes de las barandas no tienen que estar separados por mas
de 6,5 centímetros ni por menos de 4,5 centímetros para evitar que pase la
cabeza del bebe o que quede atrapado alguno de sus miembros.
La baranda tiene
que ser mayor de 60 centímetros desde la base de la cuna, sin tener en cuenta
el espesor del colchón para evitar caídas, una de las principales causas de
accidentes.
Se recomienda evitar diseños decorativos que sean calados o bajo
relieve.
Las barandas móviles son desaconsejables, porque sus mecanismos suelen
ser peligrosos.
Las cunas deberían traer escritas sus instrucciones en
castellano en un manual o en la propia cuna.
El corralito es útil para bebes de
6 a 12 meses y se utiliza para que los niños se entretengan solos mientras los
padres realizan otras actividades. Tiene que estar siempre en la misma habitación
donde están los padres. Además, se debe alejar el corralito de cortinas y
enchufes ya que el bebe puede ponerse de pie y agarrarlos. Hay que asegurarse
que se encuentra en perfecto estado, para evitar que el niño pueda engancharse
o lesionarse.
Por otra parte, es importante no dejar nunca al bebe solo en el
mueble donde se ubica el cambiador, aunque sea recién nacido puede girarse y
caerse.
Fuente:
Suplemento Construcción, diario El Plata.
Marzo 2015.
Marcelo Orliewsky.
Laboratorio del Mueble. INTI.