El feng shui nada tiene que ver con
supersticiones ni ornamentos decorativos.
Su objetivo es crear espacios que
aumenten la calidad de la construcción y con ello, la calidad de vida de las
personas que habitan o trabajan en ella.
La correcta aplicación de este arte no
altera en nada el gusto decorativo de cada cual, ni el diseño general de la construcción.
No es un estilo de vida, ni decorativo, ni una filosofía de vida y tampoco requiere
un acto de fe. El feng shui es una técnica que estudia una construcción y la
valora, aportando pautas en el diseño, en la función de los espacios y en su decoración.
Establece normas para la ubicacion y posicionamiento de una construcción en función
del entorno en el que esta ubicado. El objetivo es que la estetica que se crea
genere vibraciones armónicas que contribuyan a mejorar la calidad de los
espacios que habitamos.
La aplicación de esta técnica se realiza para cualquier
tipo de construcción que conlleve actividad humana. La vivienda se valora en su
totalidad, como unidad básica. Por tanto, la división necesaria de ambientes se
realiza en base al plano. Cada espacio es único y requiere de un estudio
individual.
La calidad de las estructuras merece la máxima atención: su
influencia es el trasfondo de la mayoría de la actividad humana.
Fuente:
Suplemento Hogar, diario El Dia.
Agosto 2014.
Mara Vidal, interiorista.