El cerramiento de cristal permite
redistribuir o configurar los espacios para optimizar al máximo la superficie
disponible. Por eso, es aplicable a quinchos, galerías u otros espacios de la
casa, ya sean semicubiertos o abiertos. También pueden aplicarse en terrazas o
balcones para integrarlos a la vivienda como una habitación mas. Resulta ideal
para aquellas construcciones o espacios con arcos, en los que las puertas se
deslizan hacia las columnas laterales, dejando el paso completamente libre. Los
balcones esquina también admiten estos cerramientos.
Se trata de un material
seguro, por cuanto las hojas son vidrio templado de 8 a 10 milímetros de
espesor. El espesor del vidrio depende de la altura y el ancho de los
cristales, así como de la fuerza del viento en el área donde se instalara la
estructura del sistema. Las hojas de vidrio no se pueden sacar de los perfiles
marco, a menos que se desmonte todo el sistema. En el caso de los balcones
pueden soportar velocidades de vientos elevadas durante largos periodos de
tiempo.
Los accesorios metálicos se atornillan al cristal, a efectos de evitar
que estos se desprendan bajo la presión del viento.
A la hora de elegir los materiales para
cerrar una terraza, uno de los aconsejados es el vidrio porque es un buenísimo aislante
del calor y del frio y su mantenimiento es bastante sencillo. Una opción muy
buena es elegir techos con este tipo de paneles de vidrio que se pueden abrir y
cerrar con el fin de adaptarlos a la temperatura exterior. Así se puede
aprovechar la terraza en invierno y en verano. También se puede elegir vidrio
con control solar si la terraza o balcón
va a recibir luz solar directa, así se aprovechara al máximo la temperatura
natural que el sol ofrece y en invierno no se desperdiciara calefacción ni en
verano, aire acondicionado.
Fuente:
Suplemento construcción, diario El Plata.
Marzo 2018.