Diseñar una habitación infantil es una tarea difícil
para un adulto porque no solamente se debe pensar en lo funcional, sino que también
se debe tener en cuenta la fantasía, el juego y la imaginación de los más
chicos.
Se trata de alcanzar un equilibrio que le permita al niño tener un
espacio para jugar, aprender y dormir a gusto.
Desde el primer momento hay que
tener en cuenta las necesidades y preferencias de quienes los van a ocupar para
aportar detalles que le ayuden a inventar historias, a jugar y a desarrollar
plenamente su imaginación. Y al diseñar un cuarto para chicos, la prioridad está
en la funcionalidad, que es encontrar la forma adecuada para cada necesidad.
Dentro de estos aspectos se debe contemplar el sexo, la edad, la seguridad. La iluminación,
la elección de los materiales, las preferencias.
Y hay que tener en cuenta que
los chicos crecen y el cuarto debe adecuarse al transcurso del tiempo. Es
importante considerar las preferencias estéticas de los niños: la televisión,
los videojuegos, los personajes de las películas. Este factor es el que permite
diseñar pensando en lo lúdico de los menores.
Es clave considerar que los niños
no solo descansan, sino que realizan en su dormitorio las actividades más
intensas del día, como jugar y estudiar. Estas habitaciones deben ser versátiles
y permitirles realizar todas las tareas con comodidad.
Fuente:
Suplemento Construcción,
diario El Plata.
Octubre 2015.