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Para tener una huerta en casa partimos de un
ejemplo: tomando un espacio de 2 metros x 2 metros en clima templado para
primavera- verano:
Hay que limpiar el terreno con pala, azada y un rastrillo;
remover la tierra, darla vuelta e incorporar humus de lombriz o compost y
harina de hueso. Luego demarcar los canteros con estacas e hilos (80 centímetros de ancho), realizar una
zanja de 20 centímetros x 20 centímetros que se cubre con paja de trigo o
restos de hojas secas o césped y regar. Es posible sembrar directamente las
semillas o preparar los almácigos.
Se siembra siguiendo el concepto de la sucesión:
por ejemplo semillas de rabanito y al
lado plantas de lechuga o de tomate. El rabanito crece en 30 días. La lechuga
alcanza el máximo desarrollo y se cosecha a los 2 meses, cuando el tomate
empieza a hacer fruto y sombra.
Para
asociar cultivos hay que procurar que las plantas sean de distintas familias
(de modo que no tengan necesidades parecidas ni resulten sensibles a las mismas
plagas) y que cumplan ciclos diferentes.
Conviene tener en la quinta flores de caléndulas,
copetes, arvejillas y tacos de reina, más hierbas aromáticas como albahaca, orégano
o salvia. Sirven para alejar plagas y prevenir enfermedades de las hortalizas.
Fuente:
Revista Viva.
María Teresa Morresi.
Sonia Pérez, técnica en
floricultura del Vivero Orgánico Sonyando.
Septiembre 2015.