No les gusta mucho el agua. Para
regarlos, la tierra tiene que estar seca. En invierno entran en periodo de
reposo. Despiertan en primavera. Crecen a partir de los 20 grados. Necesitan sol
pero no todas las familias de cactos disfrutan del pleno sol. Lo ideal es que
solo lo reciben un par de horas.
La tierra de los cactos necesita mucho
drenaje. Viene tierra preparada, se pide tierra para cactos y crasas. Tambien
se puede hacer una casera que consta de arena de rio, se le agrega perlita (de
origen volcanico), cascara de huevo, ceniza (es fungicida) y turba. Se la pasa
por un tamizador. Y en el fondo de la maceta se ponen piedras para ayudar al
drenaje.
La eleccion de la maceta es muy importante. Va a ser la casa del cacto
y tiene que estar comodo. No tiene que ser muy grande para que no tenga mucha
humedad. Se sugiere ir transplantandolos a medida que crecen cada 2 años, de
manera que la maceta crezca gradualmente con la planta.
Fuente: Revista La
Nacion. Diciembre 2013.Daniel Taranto. Jorge Monguzzi. Jardin Botanico Porteño.