Desde hace unos años se puede
hablar de furor cactero. Muchos tienen espinas. Crecen con lentitud. Los flores
son vibrantes y unicas, y aunque viven pocos dias, son hermosas. Los cactos son
americanos. Son una de las familias de las suculentas: todas las plantas que
conservan agua en su interior. La mayoria son de suelo arido. Una vez que se
encuentran en un buen lugar se abren y dan.
Las echeverias, tambien suculentas,
pero no cactos, permitan la reproduccion a traves de las hojas.
Estas representantes
de la botanica, generan en las personas una cadena de acciones por el otro. Quien
ya tiene su pequeño rincon de cactus y echeverias suele hacer hijos, plantines
reproducirlos y tenerlos al alcance de la mano para llevar de regalo a la casa
de un amigo, intercambiarlo con otro coleccionista o simplemente ofrecerlo.
Responder a la naturales misma de la planta: dar por dar.
Una planta no es un
adorno. Sino un ser vivo. Debemos buscarle un buen lugar y ver que va pidiendo
la planta y prevenir que se infecte.
Regalar cactus es desearle a la otra persona fortaleza.
Fuente: Revista La Nacion. Diciembre
2013.Daniel Taranto. Jorge Monguzzi. Jardin Botanico Porteño