Un día una semilla de fresno, se
cayó debajo de la cama. Hizo ken y despertó a la pulga que vivía sobre los
perros.
La pulga hizo buz y despertó al gato que se colgó de la campana-
La
campana hizo clon-clon y despertó al sapo que dormía en el jardín.
El sapo hizo
croco y despertó a las flores del cantero. Todos esperaban que la semilla de
fresno hiciera buuumm. Pero la semilla se había dormido debajo de la cama con un
sueño chiquito y redondo. Una semilla de fresno debe ser enterrada!! Dijo el
sapo. Cavo rapidísimo un pocito y allí fue a parar la semilla. La semilla de
fresno se puso a cantar y cantando se puso a brotar y a crecer. Lleno el patio
de hojitas y le crecieron ramas en las que se podían trepar los niños.
Y entre
todos formaron un pulmón ecológico que mejoro nuestra calidad de vida.
Escrito
en 1.993 por Mariela.