El arte de aprovechar las fuerzas
de la naturaleza en el diseño del lugar que habitamos se abre paso en la
cultura occidental, La casa un espejo de nuestro mundo interior.
En el comedor
diario, la iluminación calida debe estar enfocada sobre la mesa, esto activa la
comunicación entre los comensales y los tonos madera propician un clima
acogedor. En el centro poner un recipiente con frutas rojas para aportar energía
yang.
La cocina que es el símbolo de riqueza, convive mejor con el blanco que
aporta energía yin, porque permite ver mejor los alimentos y conservar la
higiene.
En el quincho el feng shui recomienda incluir plantas saludables,
fotos de viajes y de la familia y centros de mesa que concentren la atención hacia
el encuentro.
El horno, las hornallas y la parrilla representan la capacidad de
producir dinero en el hogar. La grifería y la pileta destruyen la fuerza de la energía
ígnea, para compensar deben colocarse plantas que aporten el verde equilibrio.
El feng shui direcciona la energía para que los habitantes puedan concretar sus
objetivos. Cuando fluye de manera armoniosa por los rincones, activa
pensamientos, deseos, oportunidades. Pero cuando se estanca en muebles y objetos
mal distribuidos, se corrompe o se debilita en colores deslucidos y la energía ambiental
se vuelve enemiga de quienes viven allí.
Fuente: revista La Nacion, septiembre
2013, estilo de vida. Adela Aldama.