Mascotas. El perro y el niño

La convivencia entre humanos y canes genera lazos afectivos haciendo que muchos propietarios traten a sus animales como si fueran sus pares, y que los perros se comporten en algunos casos, de forma similar a las personas mostrando una inteligencia y memoria notables. 
La capacidad canina para imitar una acción novedosa tras una dilación, de hasta un minuto, durante el cual el animal es distraído alentándolo a que tome parte en otras actividades, sugiere la presencia de un tipo especifico de memoria de largo plazo o retentiva declarativa, la cual se refiere a memorias que pueden recordarse conscientemente. 
Los lazos afectivos con el animal de compañía son los que mejor les hacen superar la sensación de miedo o tristeza, pues el niño recurre de forma habitual a su mascota para abrazarla y encontrar alivio en esas situaciones, y busca a su perro o gato como fuente de consuelo en la misma medida que a sus padres. 
Su disponibilidad es siempre total y ello encaja con la frase que tantas veces oímos de propietarios de perros “siempre esta allí cuando lo necesito”. 

Fuente: Suplemento de Interes General Diario Hoy. 20 de octubre de 2013.