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Vamos por la vida intentando
seguir la línea de la cuerda que nos conduce a un destino (¿Cuál?) acompañados
de una vara o un paraguas, intentamos sostenernos en la marcha para no caer (¿Qué
nos sostiene?)Algunas veces una red, en otras oportunidades, el vacío (existencial)
es enorme (¿Qué nos hace creer que es así?). 
Más preguntas en busca de
respuestas equilibradas: quien nos subió a la cuerda? ¿Qué buscamos? ¿y si no
hay cuerda?.
Tal vez todo resulte menos tenso o menos cuerda floja, si nos detenemos
a pensar en que no hay vara, ni paraguas sino un regulador interno que nos
mueve, que nos mantiene en equilibrio.
Desear, sentir, conectar, modificar,
graduar, descubrir el punto justo pareciera ser la práctica que propone la autorregulación,
una saludable y flexible manera de entender el equilibrio. Es como mover la
perilla del calefón para que el agua esté a la temperatura apropiada. 
Desde
hoy, quienes así lo deseen pueden animarse a reemplazar la vara y el paraguas y
poner en juego ese termómetro que nos ayudará a equilibrar nuestra salud
emocional.
Tal vez, desde ese punto de vista, nuestro camino se convierta en
algo más que en una cuerda.
Fuente:
Revista La Nación.
Diccionario emocional.
Eduardo Chaktoura.
Psicólogo y periodista.
