En algunos lugares surgieron como
necesidad, en otros como mero exotismo. Mas alla de los motivos que los
impulsaron, una buena cantidad de barcos fueron transformados en restaurantes flotantes.
Mientras navegan por el rio Sena, Paris, ofrecen exquisiteces. Tienen
grandes sillones,y sectores mas intimos que las mesas de los restaurantes
tradicionales.
Aberdeen, Hong Kong: afuera el bullicio de la ciudad, y en el sur
de la isla, en el barrio marinero de Aberdeen, con una postal de casas
flotantes habitadas por familias de la etnia hoklo, reconocidos por sus
sombreros conicos, se mezclan los lujosos yates del Aberdeen marina club. Este
antiguo amarradero conocido como pequeño puerto fragante por el comercio de
maderas de sándalo perfumadas, es el mercado mayorista de pescado. Aquí junto
al muelle se halla el mas espectacular complejo de restaurantes chinos. Una
serie de inmensas peceras en el frente destaca al imponente barco chino donde
funcionan, entre otros un jardín de te y un restaurante de cocina occidental.
Al lado del barco funciona un comedor “sampan” (embarcaciones hechas de junco)
que se especializa en mariscos.
Amsterdan, Holanda: en pleno canal de
Oosrerdok, uno de los lugares mas bellos del casco antiguo de Amsterdan, se
pueden comer platos de la cocina china e indonesia.
Los canales y la luz de la
luna sobre el agua le dan un aspecto de ensoñación.
Fuente:
suplemento Viajes,
diario Clarin.
Junio 2013.