Desde el dia que nacemos estamos
en una continua transformacion: vamos cambiando el fisico, las sensaciones, los
pensamientos, las circunstancias, las relaciones, las actividades, las ganas,
los gustos…Sin embargo no parecemos acostumbrarnos a esto ya que, en la mayoria
de nosotros cualquier cosa que implique cambio nos llena de ansiedad e
incertidumbre. Por eso reaccionamos tratando de que el cambio no se produzca,
nos enojamos, luchamos para que todo siga igual y nos llenamos de fantasias
caoticas acerca de nuestro incierto futuro.
En realidad lo que nos provoca
miedo es lo incierto del futuro, el no saber que va a pasar. Lo fundamental
para tener en claro es que siempre los cambios son buenos. Y es muy importante
la actitud que tomamos frente a ellos, para que se desarrollen de la mejor
manera.
Las crisis que surgen en los momentos de transicion podemos vivirlas dramaticamente
o como la oportunidad de proyectarnos en un futuro nuevo y mejor. Enfrentando
los temores, liberandonos de lo viejo, comenzaremos a abrirnos al mundo de
infinitas posibilidades que existen para cada uno de nosotros.
Fuente: Salud
Hoy, diario Hoy. Abril 2014. Lucia Gisela Bach, psicóloga.