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Indumentaria: es importante vestirse como una cebolla para que a medida que vayas sintiendo calor te saques prendas. Los días de frío cubrirse el cuello, la nariz y las orejas. (Favorece la térmica corporal).
La bici: conviene viajar con una bicicleta simple, que sea fácil y económica a la hora de arreglar. La alimentación: a la hora del almuerzo es mejor comer algo rápido y cenar fuerte para recargar energías. Fideos, arroz, polenta aportan los hidratos de carbono necesarios y son una opción económica para el bolsillo del ciclo viajero. Incluir frutas y cereales.
Los esenciales: un cortaplumas, una buena carpa y bolsas de dormir.
La cocina es también un punto fundamental. Los cartuchos de recarga de las clásicas cocinas de camping suelen ser muy caros y de poca duración. Contar con una cocina a combustión como las clásicas MSR, ahorran mucho dinero.
Es imprescindible un espejo retrovisor y punteras en los pedales para que el pie este en una correcta posición.
Llevar anteojos para el sol y el viento y un bloqueador solar.
Las alforjas: 2/3 del peso de la carga debe ser llevado en las traseras y 1/3 en las delanteras. Para encontrar las cosas más rápido ponemos la ropa dentro de bolsas de plástico.
Toallas: las de secado rápido son muy útiles.
Viaja con pecheras reflectivas.
Cuando haya bici sendas, úsalas. Pedalea siempre en el sentido del transito y sobre la línea blanca.
Fuente: Revista Biciclub. Andres Calla. Jimena Sanchez. Cicloturistas. La Vida de Viaje.