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El uso del calzado se remonta a la Prehistoria.
En su forma más primitiva el calzado consistió en una plantilla de cuero sin curtir o de fibras vegetales entretejidas, que se sujetaba al pie y la pierna por medio de correas o cintas.
En Grecia y Roma se usaron sandalias y borceguíes.
En la Alta Edad Media se calzó la media bota sustituida después de las cruzadas por la babucha de influencia oriental, que en el siglo 13, se transformó en la botita puntiaguda.
A fines del siglo 15 aparecieron la bota alta y el zapato de punta cuadrada.
En el siglo 17 la bota de montar acampanada, el zapato de medio tacón, con adornos y el zapato escotado con hebillas.
A comienzos del siglo pasado se usaron sobretodo entre las mujeres los zapatos de cuero y de raso.
Ya en el siglo 20, aparecieron las polacas, calzado para señoras que cubrían hasta media pierna, con altos tacones. Y el calzado a la inglesa, casi sin tacón. Mientras que para los hombres los zapatos eran abrochados con cordones.
Modernamente para la mujer el calzado es de tacón muy alto, cuadrado, y también el llamado calzado sport, llano y escotado. En cuanto al calzado de hombre presenta la innovación del calzado sin cordones o cualquier elemento de abroche.
Hoy por hoy la moda nos lleva a una mixtura de todas las modas.
Texto de ENCICLOPEDIA CLARIN.