Mas que contar con una herencia genética
excepcional o haber evitado exigir la vista durante toda una vida, lo que
generalmente define que alguien pueda leer sin anteojos pasados lo 50 años son
ciertas patologías oculares que terminan contribuyendo a que uno vea mejor de
lo esperado para su edad.
Sucede que entre los 40 y 45 años empezamos a
necesitar ayuda para leer porque a esa edad se manifiesta la presbicia, un
proceso de pérdida de elasticidad en el cristalino y de la capacidad muscular
para regular la visión.
Pero mientras que la mayoría de las personas empieza a
tener problemas para leer después de los 40, los miopes empiezan a dejar los
anteojos cuando les llega la presbicia. Este proceso se llama “la revancha del
miope”. Esto explica porqué algunas personas pueden tener 100 años y no usar
lentes para leer.
Texto extraído de diario El Plata.
Dra Leticia Huarte.