Si bien es un alimento que muchas
veces se pone en jaque, no es en vano el dicho que reza: “es mas bueno que el
pan”. ¿Por qué? Porque además de gustarle a todo el mundo, se convierte en energía
pura dentro del cuerpo, mejora el funcionamiento físico y psíquico del
organismo, y es uno de los pilares fundamentales de la pirámide nutricional.
Gracias a su capacidad de estimular la concentración y la capacidad mental, es
un nutriente que no debe faltar, sobre todo, en el desayuno.
De los alimentos
que se consuman al comenzar el dia dependerá la energía que se pueda repartir
armoniosamente a lo largo de la jornada. ¿Lo ideal? Un desayuno formado por
pan, leche y frutas.
En los niños es fundamental el consumo de panes blancos,
ya que sus hidratos de carbono complejos, acompañan su crecimiento y los ayudan
a mejorar el rendimiento escolar.
Fuente: Texto extraido de la Revista Viva.