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La función de la piel es
protegernos de las agresiones de los agentes externos, como el frio, viento, calefacción,
cambios bruscos de temperatura. Todos provocan perdida de agua y deshidratación
cutánea, generando una piel áspera, rugosa, sin brillo, con poca flexibilidad y
mayor tendencia a la formación de surcos, arrugas y manchas. No toda la piel
esta expuesta por igual y el rostro es una de las
zonas mas afectadas.
Por eso
la hidratación en profundidad devuelve el balance hÃdrico propio y los
nutrientes que la piel necesita para verse saludable, evitando su
envejecimiento prematuro.
Para que la hidratación sea mas efectiva es necesaria
la rutina de cuidados diarios contemplando el tipo de piel y el momento del dÃa
en que se hace.
En pieles jóvenes, adolescentes y las de tendencia mixta a grasa se aconseja el
uso de geles hidratantes, tanto de dia como de noche. 
Para las pieles maduras,
aplicar a la mañana alguna formula hidratante en crema rica en vitaminas A y E,
que posea protector solar. Estas pieles requieren nutrición extra para
regenerar los tejidos y devolverle a la piel su elasticidad.
La rutina de hidratación
debe ser acompañada por una limpieza previa. 
Fuente: Revista La Nacion. Dra
Monica Maiolino. Dermaglos. Julio 2014.