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La carne roja ha sido en todos los tiempos una
de las fuentes más importantes de proteínas para el organismo.
Con el disfraz
de salsas o simplemente a la parrilla, un buen churrasco siempre es la vedette
a la hora de elegir entre la larga lista del menú. 
Pero no es tan bueno ingerir
demasiada carne roja, pues se corre el riesgo de contraer artritis reumatoidea.
La artritis es una reacción exagerada de defensa del organismo ante la agresión
de algún virus, bacteria o cualquier otro agente invasor. Es normal que el
cuerpo se defienda con los anticuerpos que poseemos y normalmente con unos
pocos ejercicios alcanza para acabar con la noxa (agresión), pero cuando la
defensa es exagerada e incontrolada, los elementos defensores tratan de acabar
con el invasor con demasiada agresión, pero en el intento lesionan y hasta
destruyen a las articulaciones. Podría ser que el alto contenido de colágeno de
la carne, produzca una reacción similar a las que producen los agentes
virulentos externos y sobretodo que en personas más sensibles se produzcan
anticuerpos en exceso al colágeno provocando artritis.
No es mala idea
disminuir el consumo pues lo que sí está comprobado es que comer demasiada
carne roja aumenta el ácido úrico y eso si que es malo para las articulaciones,
ya que un individuo que tiene problemas para eliminar el exceso de ácido úrico y
otras purinas se le forman cristales que lastiman las partes blandas de las
articulaciones.
En definitiva, todo con moderación, será el lema y también estar
atentos a las últimas informaciones
referentes a los avances de la ciencia.
Fuente: Suplemento El Día Domingo. Salud. Dr. Norberto Furman, kinesiólogo
y fisiatra.