Es incolora, inodora e insipida:
esta sustancia proteinica que sigue siendo una gran desconocida para mucha
gente, no solo aporta variedad a la mesa y placer al paladar, sino grandes
beneficios para la salud. Sumamente digerible y adaptable a todo tipo de
comidas, desde carnes, verduras y frutas hasta postres y lacteos y todo tipo de
comidas dulces o saladas, frias o calientes, la gelatina permite ampliar y
enriquecer la mesa cotidiana con infinidad de platos originales y saludables y
con un bajo aporte energetico.
Desde que su proceso de elaboracion fue
perfeccionado a finales del siglo 17 y desde la epoca en que nuestras
bisabuelas la fabricaban cociendo durante horas un caldo de cortezas, huesos, cartilagos
y tendones que al enfriarse se gelificaba, la tecnologia para producirla ha
crecido mucho.
La gelatina es un alimento y no un aditivo: una proteina que se
obtiene al extraer y procesar el colageno presente en la piel y el tejido oseo
de animales vacunos, bovinos y porcinos. Contiene un 90% de proteinas, mientras
que 1 o 2% corresponde a sales minerales y el resto es agua. No contiene
colesterol ni materias grasas y tiene un bajo contenido calorico.
Este alimento
esta exento de conservantes y aditivos, aunque a veces se le añaden colorantes,
sabores, vitaminas y minerales, para preparar comidas o enriquecer sus
suplementos.
Fuente: Suplemento Cocina, diario El Plata. Agosto 2014.