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Quizás porque concentró como ninguna la magia de ser chicos, la navidad es una celebración que a nadie deja indiferente.
Una navidad para pocos da lugar a un par de lujos en el menú y tiempo para prestarle atención a la atmosfera.
Una disposición distinta es planear la cena alrededor de la mesa ratona, con almohadones en el piso.
Lo que exalta aun más la diferencia, un gran arreglo floral de poca altura y muchas velas para crear clima. Las galletitas sobre los platos, un detalle de dulce bienvenida. Y si hay chimenea, es el lugar ideal para armar un precioso arreglo de velas con piedras pintadas de gris metalizado o dorado.
Se puede hacer también sobre un aparador, o en un lugar que permita apoyar un espejo.
Las velas duplicarán sus llamas en las piedras.
Fin de año, momento de celebrar al aire libre.
La propuesta: hojas, flores y frutos rodean un fanal que sobrepasa la altura de la gran vela para que ninguna ráfaga de viento apague el esplendor de los arreglos.
Fuente: revista Living. Ideas para ambientar. N* 27. Soledad Avaca Cuenca.