Molino del Alto


En el norte de San Juan, existen varios molinos harineros de orígenes centenarios, algunos de ellos siguen funcionando como el Molino del Alto.
 La región era una de las zonas trigueras más importante del país.
En aquellos años, entre el final del siglo 19 y el comienzo del 20, San Juan poseía numerosos molinos que funcionaban a energía hidráulica, la mayoría de ellos ubicados en la zona de Jáchal sobre las orillas del Canal del Alto, un viejo curso de agua desde el que se extendían decenas de circuitos de riego. 
Construidos con gruesas paredes de adobe y techos de caña y barro, estos molinos poseían enormes muelas de piedra que producían la molienda y eran accionadas por unas ruedas movidas por la fuerza del agua que provenía de aquel antiguo canal de riego. 
Junto al edificio, estos molinos solían tener una zona cercada a manera de patio, en el que se alojaban las tropas que llegaban para la molienda de su trigo y acampaban junto a sus animales y pasaban en el lugar días y hasta semanas, aguardando el turno para la molienda. Se les convidaba comida hasta que partían con su harina.
Texto extraído de revista VIVA.