Las aguas termales llevan
sustancias minerales en disolución.
Las fuentes termales son en su mayoría, de
origen volcánico, sin embargo ciertas aguas de infiltración, por haber
permanecido largo tiempo en el interior de una masa montañosa, pueden adquirir
una temperatura superior a la normal, por efecto del calor que existe en el
espesor de la corteza terrestre y brotar a poca altura.
Las aguas termales son
ricas en substancias solidas disueltas y suelen clasificarse de acuerdo a
estas:
AGUAS ALCALINAS: contienen
bicarbonato.
AGUAS SALINAS: contienen sal.
AGUAS ACIDULADAS: contienen acido
carbónico.
AGUAS SULFUROSAS: contienen
sulfato de sodio e hidrogeno sulfurado libre.
AGUAS FERRUGINOSAS: contienen
sales de hierro.
Texto extraído de
enciclopedia GUILLET.