Atahualpa (1.502- 1.533), el
ultimo soberano del Tahuantinsuyo (el imperio de los incas) paso sus últimos
días sumido en la mas profunda tristeza. El año 1.531 fue testigo de la
invasión española. A fines de 1.532 Pizarro consiguió apoderarse de Atahualpa.
Para los incas Atahualpa era la
personificación de Dios, la representación material de Inti (sol) y sobre la
tierra (la Pacha Mama).
Pizarro pidió rescate. En una
enorme habitación le hicieron levantar el brazo tan alto como llegaba
teniéndolo extendido. Y hasta esa altura tenia que llegar la cantidad de oro.
De todos los rincones del
fabuloso imperio, acudieron incas con sus ofrendas para salvar la vida del
soberano. Fueron entregados más de
6.000 kilos de oro y unos 11.800 kilos de plata.
Sin embargo, una vez reunido el
tesoro, Atahualpa no fue liberado y fue ordenada su ejecución.
Texto extraído de Enciclopedia
escolar.