Disponer de una porción de tierra
para armar una huerta brinda, al mismo tiempo, la posibilidad de despuntar la jardinería,
proveerse de hortalizas orgánicas y embellecer el paisaje con formas, colores y
olores diferentes.
Para los que se animen, aquí van algunas claves para
principiantes y ejemplos de las verduras que se pueden cultivar.
Al decidir el
lugar verificar que las condiciones climáticas sean propicias (no toleran
climas extremos). Contar con una fuente de agua para riego.
Contar con
herramientas.
Al armar la huerta nivelar y delimitar el terreno. Armar
canteros. Labrar el suelo para mejorar la aireación y el drenaje. Incorporar
materia orgánica para mejorar la fertilidad. Abonar con estiércol, humus de
lombriz, y compost).
Durante el crecimiento erradicar la maleza. Rotar las
plantas para conservar la fertilidad de la tierra, Y controlar plagas y
enfermedades. Se puede plantar: COLIFLOR: se siembra desde fines de primavera
hasta principio del verano. Se desarrolla bien en zonas húmedas y con exposición
al sol, necesita riego copioso y frecuente y suelos alcalinos. LECHUGA: Se
cultivan desde la semilla, la planta necesita suelos regados y drenados.
ALCAUCIL: Requiere días cálidos y noches frescas. Se cosecha entre noviembre y diciembre.
Sus inflorescencias carnosas comestibles deben cosecharse antes de abrir. ACELGA:
es una planta rustica y apenas aparecen las plantitas hay que espaciarlas unos
15 centímetros entre si. Requiere suelos profundos y mucho riego. TOMATE
CHERRY: Se puede plantar en maceta o tierra. Se adapta a todos los climas.
Requiere sol, riego, suelos drenados. REPOLLO: se siembra en almácigos y luego
se trasplanta, cuando se riega es muy importante mojar el terreno y no la
planta, por el moho.
Texto de PARA TI DECO.