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Por diversas razones y a lo largo
de la historia, el hombre relacionó a los huesos con distintos elementos o
causas que lo rodean y perjudican.
Así como existe la anemia mediterránea
típica en algunas zonas de España, también se conocen problemas neurológicos
propios de los alemanes, se observan las afecciones óseas y reumáticas de los
oriundos de Medio Oriente e Italia.
Las profesiones también tienen sus bemoles:
los cirujanos, luego de largas horas en una sala de operaciones, sufren de
dorsalgias. Los odontólogos, sobre todo los que tienen consultorios antiguos,
tienen muchos dolores generales por problemas de posturas, cosa que en la
actualidad se va solucionando con los nuevos equipos que le permiten trabajar
colocados atrás del paciente. Los arquitectos, que trabajan largas horas frente
al tablero, someten la espina dorsal a una tensión no acostumbrada, lo que se
traduce en dolores. Los peluqueros con cada brushing o las largas permanentes
mantienen su columna erguida con los brazos en alto, y eso se traduce en
dolores de cuello y de cintura; al igual que los oficinistas con sus largas
horas frente a la computadora y perjudicados por la vida sedentaria.
El medio
que nos rodea nos lleva a la dependencia. Comprendiendo que es nuestro medio de
vida no lo podemos cambiar, por eso debemos contrarrestarlo con ejercicios o
actividades gratificantes.
Texto de SUPLEMENTO CIENTÍFICO diario Clarín.
Doctor
Furman.